Una receta de Tarta de Queso muy rica que decoraremos con espirales de fresa que harán las delicias de todos.
Ingredientes para la base:
- 70 g. de Mantequilla
- 150 g. de Galletas
Ingredientes para el relleno:
- 220 ml. de Nata líquida
- 650 g. de Queso crema
- 150 g. de Azúcar
- 3 Huevos medianos
Ingredientes para las espirales de fresa:
- 50 g. de Azúcar
- 220 g. de Fresas
Preparación:
Antes de nada precalentamos el horno a 180ºC (importante que no esté por debajo de esta temperatura) y colocamos en el interior un recipiente con agua, más grande que el molde que vamos a usar para la hacer la tarta (podemos usar un molde de unos 20cm, forrado en su base y laterales con papel de horno).Trituramos las galletas, las mezclamos con la mantequilla derretida y lo colocamos como base en el molde. Las intentamos dejar lo más niveladas posible. Nos podemos ayudar con el culo de un vaso para hacer un poco de presión. Dejamos guardado el molde en la nevera.
Preparación del relleno:
Primero mezclamos muy bien todo el queso con el azúcar (el batido o mezclado se puede realizar con cualquier pequeño electrodoméstico), cuando esté bien mezclado añadimos la nata líquida (a temperatura recién sacada de la nevera, esto le dará un poco más de volumen a la mezcla. Mezclamos muy bien de nuevo y añadimos los tres huevos uno a uno. No añadiremos el siguiente huevo hasta que no esté bien mezclado el anterior. Es muy importante que toda esta operación se haga sin batir, ya que si no la tarta en el horno subirá mucho y aparecerán grietas. Así que sólo debemos mezclarlo lo justo y necesario para que los ingredientes se integren. Una vez tengamos listo el relleno, lo vertimos en el molde sobre las galletas.
Por último trituramos las fresas con el azúcar y las ponemos en un cazo a cocer a fuego, lo dejamos hervir unos 8 – 10 minutos hasta que espesen ligeramente. Después lo retiramos del fuego y con ayuda de una cucharilla dejamos caer gotas sobre el relleno. Entonces con la ayuda de un palillo, una brocheta o cualquier cosa punzante vamos formando las espirales con mucho cuidado, así quedará más bonita la decoración.
Llevamos la tarta al horno y colocamos el recipiente en el interior del recipiente con agua. Cuando pasen los primeros 15 minutos bajamos el fuego a 100 Grados y dejamos cocer la tarta unos 80 minutos (los tiempos pueden ser variables en función de las cantidades utilizadas). Cuando esté lista, la dejamos enfriar por completo y una vez enfriada la guardamos en la nevera varias horas. Estará lista para desmoldarla y servirla.